El enclave prehistórico de San Bartolomé de Almonte se encuentra en las proximidades de la localidad de Almonte, sobre unas lomas de escasa altura que rodean el antiguo arroyo de san Bartolomé. A tan solo 20 kilómetros de donde tiene lugar la famosa Romería del Rocío.
En este yacimiento se encontraba excavando desde 1979, con ayuda de la Diputación de Huelva, un equipo de la Universidad Autónoma de Madrid dirigido por el doctor Diego Ruíz Mata. A partir de la creación de la Sección de Arqueología, ésta asumió la co-dirección de los trabajos e intervino en las campañas sucesivas que se llevaron a cabo hasta 1983.
Las prospecciones superficiales en la zona junto al arroyo de San Bartolomé, que da nombre al yacimiento, sugería la ocupación de este lugar en época tartésica. Su vinculación directa a la acitividad metalurgia es obvia en base a la cantidad de escorias que allí se han encontrado.
Iniciadas
las excavaciones, el primer inconveniente era el propio terreno
dedicado al cultivo y sobre todo el tipo de estructuras que allí se
detectaron, lo que dificultaba la excavación al tratarse de fondos de
cabañas de los que apenas quedaba su huella..
Se trata de un poblado con dos periodos de ocupación:
Uno en época calcolítica cuyos materiales se asimilan a la mitad del tercer milenio a.C.,
Otro en el Bronce Final, desde el siglo IX a. C., y perdura hasta principios del VI a.C.
Chozas realizadas con materiales vegetales
A pesar de la distancia en el tiempo en su ocupación, arquitectónica y urbanísticamente apenas sufre modificaciones ya que se trata de una ocupación no planificada del terreno con un tipo de edificaciones que se han mantenido a lo largo del tiempo como propias del entorno geográfico donde se localiza: las cercanas marismas de Doñana. Se trata de chozas de planta oval excavadas ligeramente en el suelo y realizadas con materiales vegetales perecederos tanto en la estructura como en las paredes y las cubiertas construidas con ramajes y barro, lo cual hace que de ellas solo queden prácticamente las huellas en el terreno y sean escasísimos los materiales de obra encontrados durante la excavación.
El tipo de vivienda hizo pensar que se trataba de un poblado estacional, hecho que hoy por hoy no se puede confirmar, aunque bien es cierto que la población se ha ido trasladando a lo largo de los tres siglos de ocupación a las diferentes lomas que presentaba el terreno. Lo que sí se aprecia es que durante la época calcolítica la economía que regía en el mismo era de tipo doméstico-familiar, de subsistencia, no habiendo elementos que permitan hablar de la existencia de un excedente económico que posibilitara las transacciones comerciales, y que ya durante la ocupación tartésica sí se produjeron. Hay una presencia abundante de elementos relacionados con la metalurgia. Esto ha permitido ampliar el conocimiento que sobre esta actividad se tenía como principal elemento dinamizador de la economía no sólo de este poblado sino de todo el ámbito tartésico, y que está íntimamente ligado al proceso de interrelación entre fenicios y tartesios.
La estrella tartésica, o de ocho puntas, es un símbolo que aparece continuamente en la cultura andaluza. Curiosamente, suele pasar desapercibido incluso para la gran mayoría de andaluzas y andaluces a pesar de encontrarse en multitud de sitios. En esta publicación conocerás cuál fue su origen, en qué momento alcanzó su máxima difusión, cómo se expandió a otros países y de qué está presente en la vida cotidiana hoy día.
* Encabeza este artículo una de las dos estrellas tartésicas que dominan el Salón de Dionisos en el Palacio de Lebrija, en Sevilla.
Numerosos pueblos del mundo poseen algún símbolo que, de manera consciente o inconscientemente, los identifica o los hacen sentir identificados ante el resto. Aquellos pueblos con fuerte tradición histórica, o con antigua personalidad son los que más ostensible hacen su simbología. Ejemplo obvio es el de los judíos y su estrella de seis puntas, archiconocido símbolo también llamado «estrella de David».
En el caso de Andalucía, la estrella de ocho puntas, estrella tartésica, o estrella mudéjar, es un símbolo que ha existido a lo largo de toda su historia. Hasta la actualidad. Actualmente puede observarse en la decoración exterior e interior de gran cantidad de edificios andaluces.
Este ancestral símbolo se obtiene geométricamente superponiendo dos cuadrados concéntricos, girándose 45 grados exactos uno de ellos. Se trata de un adorno tan difundido y tan originario de Andalucía, que en realidad pasa desapercibido para mucha gente.
El origen de la estrellA de ocho puntAs reside en la reliGiosidad tartésicA y en su Mitología orientada a la adoración del sol. Tartessos era el nombre con el que los griegos (en plena expansión mediterránea) conocían aquel país misterioso, aquella civilización enigmática del sur peninsular. Este rico y generoso territorio era frecuentado por fenicios que acudían para comprar estaño, oro, plata y tejidos con los que comerciar en los mercados orientales.
El astro rey ya era entonces un símbolo definitorio de la más ancestral tierra andaluza. No en vano, desde los remotos tiempos del neolítico los primitivos andaluces adoraban al sol y lo representaban con ocho rayos. Los tartésicos eran adoradores del Sol, al cual representaban de esta forma y lo hacían presente a lo largo de todo su territorio.
Posteriormente, los andaluces turdetanos, en una época aún de plena soberanía, representaban esta estrella en sus monedas como un claro símbolo del pueblo.
En cambio, los andaluces béticos, al depender del Imperio Romano, se limitaron a representar la estrella en algunos mosaicos.
Mosaico de los octógonos del siglo II d. C. en Cástulo Linares
۞ Máxima difusión durante la etapa andalusí
La cultura andalusí definió de forma definitiva la estrella tartésica como su símbolo cultural y la plasmaron en las primeras monedas que acuñaron. Además de en las monedas, el califato independiente de Al-Andalus utilizó profusamente la estrella tartésica. Hasta el punto de cambiarle su nombre por el de «Estrella de Abderramán I» ya que según aparece en el Corán, el paraíso está rodeado por ocho montes que coinciden con las ocho puntas de esta estrella. Una apropiación cultural parecida a la que actualmente ha ocurrido, a otros niveles, con el flamenco.
También el reino nazarí de Granada incluyó la estrella de ocho puntas en algunos pendones, además de utilizarla abundantemente como motivo decorativo. Fue entonces cuando este símbolo cultural alcanzó su máximo esplendor, prodigándose de forma, podría decirse que incluso exagerada, en arquitectura, decoración, grabados y joyería. Los nazaríes fueron responsables de una expansión sin precedentes de la estrella tartésica como símbolo político y decorativo a través todas sus creaciones. La plasmaron en telas, en detallados tapices, en azulejos palaciegos, en estandartes, en taraceas, en ejemplares del corán, en el tragaluz de los baños… Incluso en la empuñadura de la espada de Boabdil el Chico (último Rey de Granada) aparece una preciosa estrella de ocho puntas, actualmente en el Museo del Ejército de Toledo.
Estrella de ocho puntas en la empuñadura de la espada de Boabdil.
۞ Estrella de ocho puntas exportada a otros países
Mozárabes y mudéjares andaluces transportaron la estrella tartésica allá por donde se desplazaron. Primero por todo el norte peninsular, y posteriormente por el Mediterráneo, Europa y África. Aquella difusión dio lugar a que hoy día sea un símbolo que se encuentra presente en el escudo de Turkmenistán y en el de Uzbekistán.
Escudo de Turkmenistán
Escudo de Uzbekistán
Posteriormente, la población andaluza musulmana y morisca que fue expulsada difundió la estrella mudéjar por el Magreb y el Oriente Medio.
Pero arquitectos y albañiles han seguido, hasta nuestros tiempos, poniendo la estrella en las iglesias y en los azulejos de los pueblos andaluces. Una estrella que se sigue usando como símbolo decorativo y, conscientemente, como símbolo identificativo de lo genuinamente andaluz.
۞ La estrella tartésica en la actualidad
Vuelta Ciclista a Andalucía. En la edición 2021 de esta competición los maillots contaban con los motivos ornamentales de la estrella de ocho puntas en el torso como símbolo siempre presente desde aquella primitiva religiosidad tartésica, y de la rama de olivo en las mangas en homenaje al olivar andaluz que tan saludable aceite de oliva virgen extra exporta al mundo.
Estrella de ocho puntas también presente en el ciclismo | Clic en la imagen para ampliar.
La Junta de Andalucía decidió en 2019 impulsar la marca corporativa gusto del Sur para la promoción y puesta en valor de los productos agroalimentarios típicos de Andalucía como el jamón ibérico, el queso, las aceitunas, las gambas, el vino de Jerez, el aceite de oliva, las fresas, así como hortalizas y legumbres.
En el capítulo 1 del manual de identidad gráfica, referente al logotipo de la marca, se explica sobre la estrella de ocho puntas que la «podemos encontrar en numerosos lugares de tradición histórica, representando nuestra cultura ancestral. Tiene las puntas redondeadas para dotar al logo de un carácter amable y cercano.»
Casa de los Navajas, Torremolinos. Construida en 1925 en estilo neomudéjar con multitud de referencias culturales entre las que destaca la estrella de ocho puntas que puede observarse profusamente en techos y en mobiliario.
Techo engalanado con 21 estrellas de ocho puntas | Clic para ampliar
En una antigua puerta y su ventana adyacente.
Tatuajes de estrellas tartésicas.
Incluso en el mundo del tatuaje se encuentra muy presente la estrella tartésica, cada vez más admitida por las andaluzas y andaluces, sobre todo entre los jóvenes, como un rasgo identitario deseable de llevar en la piel.
A continuación unas cuantas fotografías.
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Gran cantidad de civilizaciones han pasado por Andalucía a lo largo de su historia, aportando cada una de ellas sus conocimientos, sus costumbres, sus celebraciones, sus recetas de cocina y, en definitiva, sus cosas. De esta forma, la cultura y la personalidad de Andalucía se han impregnado de lo mejor de griegos, fenicios, cartagineses, romanos, germánicos y musulmanes.
¿Eres amante de la aventura? Pues la encontrarás en los parques naturales de Andalucía. ¿Te encanta la comida o te consideras «foodie»? Pues hay más de 2000 recetas tradicionales a lo largo del territorio andaluz. ¿Te gusta relajarte? Pues podrás dormir la siesta bajo una sombrilla en cada una de las playas del litoral andaluz. ¿Eres amante de las fiestas y las tradiciones? Pues cientos de festividades andaluzas han sido declaradas de interés turístico.
Leyenda de la lista de cosas típicas de Andalucía.
Un zumo de aceituna que en los hogares de Andalucía se consume a diario en algún momento del día. Es, además, ingrediente indispensable en platos tan típicos como el gazpacho y el salmorejo.
Pero su consumo no es nada reciente. En la Cueva de Nerja se han encontrado pruebas del uso de acebuchinas hace 12.000 años. Y durante el Imperio Romano, el andaluz (conocido como Bética) ya era el territorio número uno en cuanto a producción y exportación del aceite de oliva.
Además del fruto del que se extrae el aceite de oliva, hay una aceituna denominada de mesa que sirve como aperitivo, tanto en los hogares como en la hostelería.
Andalucía es líder mundial en exportación de aceitunas de mesa, con ventas por valor de 514 millones en 2017, el 73% del total nacional y un alza del 20,3% en la última década
Agrupaciones carnavalescas.
Son grupos de músicos y cantantes que, durante el Carnaval, actúan en la calle, en eventos, o en concursos, interpretando coplas, mayormente humorísticas o reivindicativas, acerca de los sentimientos y de los acontecimientos de actualidad.
Hay muchos tipos de agrupaciones carnavalescas, pero destacan las siguientes:
La antigua Al-Andalus, la cultura de las tres religiones, es típica de Andalucía porque el legado andalusí, cristiano y sefardí está presente, más de 500 años después, en la gastronomía, en el flamenco, en gran cantidad de monumentos, en numerosas obras de arte, en el habla de los andaluces y en la toponimia de casi todos los pueblos, ciudades, ríos y montañas.
Las albóndigas son una masa redonda hecha con carne. Etimológicamente viene del mozárabe albúnduqa.
🍽️ Ajoblanco.
El ajoblanco es el origen del gazpacho. Esta crema refrescante y energizante se prepara desde época andalusí con migas de pan, ajo, aceite de oliva, vinagre, almendras, sal y agua. Y así ha llegado hasta nuestros días. Con la llegada del tomate de América, surgió la variante que conocemos como Gazpacho y que hoy es más conocida que el propio ajoblanco.
📌 Alcázar de Sevilla.
Fortaleza edificada en el siglo XI en una zona estratégica a orillas del Guadalquivir para garantizar la seguridad de la ciudad de Sevilla. El recinto del Alcázar, protegido por una muralla, está formado por diversos palacios y jardines proyectados en distintas épocas históricas. En la actualidad se trata del palacio en uso más antiguo de Europa.
📌 Alhambra.
Complejo fortificado construido en la colina de la Sabika de Granada, entre los siglos. La Dinastía nazarí, se instaló en 1238 en la Antigua Alcazaba del Albaicín, llamándole la atención las ruinas de la colina. Se decidió así su reconstrucción y la instalación en ella la sede de la corte, comenzando la edificación de la Alhambra tal y como hoy la conocemos.
🍽️ Altramuces.
Los altramuces (también llamados chochos en Andalucía) son unas legumbres amarillas con forma de lenteja, pero bastante más grandes. Se retira su cáscara con los dientes y se come su interior.
Desde Tartessos hasta la actualidad, la alfarería se ha practicado en todas las épocas de la historia de Andalucía, destacando la cerámica tartésica hecha mano antes del año 1000 a. C. y la cerámica tartésica en torno rápido de alfarero, posterior a dicha fecha.
Se conservan pruebas documentales de la cerámica califal que surgió en Medina Azahara entre los siglos IX-XI, tras evolucionar a la cerámica nazarí y posteriormente la andalusí hasta la actualidad. Si quieres conocer más a fondo este oficio no puedes dejar de visitar los municipios almerienses de Vera, Níjar, Sorbas o Albox. En Córdoba está el centro alfarero de La Rambla o Lucena, tierra alfarera también. Jaén cuenta con importantes centros cerámicos en Alcalá la Real, Aldeaquemada, Andújar, Arjonilla, Bailén, Baeza, Cazorla, La Puerta del Segura, Marmolejo, Puente de Génave, Santa Elena, Siles, Torredelcampo y Úbeda.
🍽️ Arroz:
Artesanía del mimbre:
– B –
Bandera verde y blanca:
En el año 1051 la bandera verde y blanca ya ondeaba en la Alcazaba de Almería, por lo que es considerada una de las más antiguas de Europa. Abu Asbag Ibn Arqam, poeta de Guadix y visir del rey Almotacín de la taifa de Almería, escribió sobre ella:
Una verde bandera que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón, despliega sobre ti un ala de delicia, que ella te asegure la felicidad al concederte un espíritu triunfante.
Posteriormente, en 1195, otra referencia a los colores verde y blanco aparece tras la victoria almohade en la batalla de Alarcos. Según algunas fuentes históricas, sobre el alminar de la mezquita mayor de Sevilla ondeó una bandera verde y blanca para celebrar la victoria.
Bolo andaluz:
Botijo:
Brasero: Muchas casas antiguas de Andalucía aún no cuentan con sistemas de calefacción. Por eso quedan en activo muchos braseros eléctricos (los de picón sí que son ya una reliquia) para calentar las tardes frías de invierno.
🍽️ Buñuelos de bacalao:
C
Cabalgata de Reyes Magos.
Este desfile de carrozas, bandas de música y atracciones, protagonizado por Melchor, Gaspar y Baltasar, que se celebra con gran esplendor en todos los pueblos y ciudades de Andalucía. Aunque también se celebra en casi todos los municipios de España y, con menos eco, en algunos lugares de Portugal, Chequia, Polonia y México, la primera cabalgata de Reyes Magos de la que se tiene constancia tuvo lugar el 5 de enero de 1912 en Granada.
Caballo andaluz:
El caballo andaluz se caracteriza por ser rápido, ágil, noble, potentes, inteligentísimo, capaz de reaccionar presto a las órdenes de su jinete, sin descomponerse, siempre reunidos, y con la suficiente fuerza e impulsión para galopar en circunstancias adversas. Cualidades que han dado a la doma vaquera su actual sello de belleza y sobriedad.
Carácter: Positividad ante los reveses de la vida, sentido del humor, hedonismo, afabilidad, accesibilidad y hospitalidad son denominadores comunes que marcan el carácter de los andaluces.
🍽️ Cartucho de camarones:
Castañuelas:
Cerámica andalusí:
Cerámica andaluza:
Columela: Escritor gaditano con importante número de obras sobre agricultura y ganadería.
Abbás Ibn Firnas: Aeronáuta rondeño que, 600 años antes de que naciera Leonardo Da Vinci, construyó el primer planeador de transporte humano, realizando un vuelo exitoso con él.
Muhammad Al-Gafequi: Oftalmólogo, filósofo y escritor belarcazareño, autor de la Guía del oculista.
Averroes: Filósofo y médico cordobés, analista de la obra aristotélica y escritor de una enciclopedia médica.
Maimónides: Filósofo, médico y astrónomo cordobés. Tal era la fama de sus curaciones que algunos pacientes de la época las consideraban como milagros.
Bartolomé de Medina: Metalúrgico sevillano que inventó el método «beneficio de patio» para separar la plata y el oro de otros metales mediante el uso de mercurio y sales.
Alonso Barba: Investigador y metalúrgico lepero que redactó el «Método de los cazos» para extraer la plata en caliente, siendo traducido en pocos años a otros idiomas como inglés, francés y alemán.
Bernabé Cobo: Científico loperano con numerosos escritos sobre botánica y sobre la historia de América y la civilización Inca.
Benito Daza Valdés: Óptico cordobés autor del primer libro sobre optometría en español.
Antonio de Ulloa: Naturalista, investigador y escritor sevillano, conocido por ser el descubridor del platino.
Celestino Mutis: Botánico, geógrafo, matemático y médico gaditano. Fue docente en la Universidad del Rosario, Santa Fe.
José Macpherson: Geólogo gaditano, reconocido por numerosas instituciones docentes por sus aportaciones a la petrografía.
Emilio Herrera Linares: Ingeniero aeronáutico y científico granadino con numerosos estudios entre 1905 y 1963 sobre eclipses, ascensiones en globo, mecánica celeste, campos gravitatorios, propulsores a reacción, naturaleza de la luz, hipótesis sobre el hiperespacio, fenómenos aerodinámicos, resistencia de fluidos, proyecto de un viaje tripulado a la Luna en 1932, diseño del traje espacial, medidas de protección civil ante una guerra nuclear y aplicación pacífica de la energía nuclear.
María Zambrano: Pensadora, ensayista, filósofa y escritora malagueña, ganadora del Premio Príncipe de Asturias y el Premio Cervantes.
Lucio Anneo Séneca: Filósofo, político, intelectual, orador, tutor durante la infancia de Nerón y escritor cordobés. Considerado uno de los máximos exponentes de la filosofía estoica.
Ciencia: Nadie puede discutir que el patrimonio cultural de Andalucía es inconmensurable. Pintores, guitarristas, poetas, filósofos… Pero ¿Qué hay de la ciencia? ¿Se puede pintar un cuadro sin tener ni idea de ciencia del comportamiento de los acrílicos o los pigmentos? ¿Se puede construir una guitarra sin tener ni idea de maderas, barnices y acústica?
🍽️ Cítricos:
Comarcas.
Coro de carnaval:
Cortijo:
Costa de Almería:
Costa de la Luz: No hay en la penísula ibérica otra costa más meridional y con arena más dorada y fina. Territorio ideal para la práctica del Windsuft y la pesca submarina.
Costa del Sol:
Costa Tropical:
Cruces de mayo:
Cuaresma:
Cuarteto de carnaval:
Cultura:
CH
Chirigota:
🍽️ Chochos: Ver altramuces.
🍽️ Churros: Como desayuno o como fin de fiesta, fritos en sartén y servidos en rosca sobre papel de estraza.
D
Diáspora: Se trata de una de esas cosas de las que se puede encontrar su parte positiva y su parte negativa. Parte positiva: Inconformismo, responsabilidad, trabajo, no quedarse de brazos cruzados, universalización de lo andaluz. Parte negativa: Los motivos por los que fue necesaria la emigración.
El gazpacho es una sopa fría con varios ingredientes como aceite de oliva, agua, vinagre, hortalizas crudas, generalmente tomates, pan, pimientos, pepinos, ajo y cebollas. En la época de Al-Andalus ya se preparaba en las zonas de interior, donde ya abundaban el aceite de oliva y los productos de la huerta, para combatir los secos y calurosos veranos.
Guitarra: Pocas cosas hay tan típicas de Andalucía como una guitarra flamenca.
H
Habla: El habla andaluza se caracteriza por su vitalidad y por gran cantidad de vocablos procedentes del idioma mozárabe andalusi.
Hércules: Su elevación a semidios vino por su enorme proeza de “separar las dos columnas” (el Peñón de Gibraltar y el Monte Hacho) y crear una nueva comercial, ampliando los horizontes de Occidente. Además, se le fueron añadiendo proezas como la de los rebaños de Gerión gracias a su actividad comercial y aventuras en lo que hoy es Andalucía. Esta es la razón por la que en el escudo de Cádiz y el de Andalucía vemos a Hércules con dos sus columnas, por la que en el actual escudo de España vemos dos columnas sobre el agua, o por la que en el Ayuntamiento de Sevilla y en la Alameda de Hércules vemos la estatua del héroe clásico labrada en una piedra ya deteriorada. En la antigüedad, el Estrecho de Gibraltar era conocido como “Las Columnas de Hércules”, enclave cuya la importancia geográfica está fuera de toda duda.
Historia:
Hospitalidad:
I
Indalo:
J
Jamón ibérico:
L
Legado andalusí / cristiano / sefardí: Ver Al-Andalus.
🍽️ Lomo de orza:
Lumbres de San Antón:
M
Mantilla:
🍽️ Manzanilla:
Mar de olivos.
El mar de olivos está formado por infinitas hileras de olivos, perfectamente alineados creando la identidad de un paisaje vivo y único en el mundo. Agradable y asombroso a la vista del foráneo. Panorámicas espectaculares que invitan a sacar la cámara de fotos.
Se han catalogado 2000 paisajes olivareros en Andalucía para solicitar la declaración del olivar andaluz como Patrimonio de la Humanidad. De ellos, nueve han sido destacados como imprescindibles por su valor único y excepcional:
· Acebuchales de Cádiz. · Olivares vetustos de Málaga. · Valle de Lecrín. · Subbética cordobesa. · Olivares de montaña de la Sierra de Mágina · Valle de Segura · Haciendas molineras monumentales del bajo Guadalquivir. · Hacienda de La Laguna. · Del Guadalquivir a Sierra Morena.
Expresión también conocida como triple negación andaluza, empleada para enfatizar de forma inequívoca una respuesta afirmativa. Sería como responder «Eso ni se pregunta» o «La duda ofende».
O
Olivar.
El cultivo y la explotación del olivar es uno de los sectores económicos más importantes de Andalucía. Sobre todo en el ámbito rural, donde es una actividad fundamental. Esta importancia influye de forma decisiva en el paisaje andaluz, plagándolo de olivar hasta donde la vista alcanza, en cuanto se cruza la frontera de Despeñaperros.
La sensación que se tiene al recorrer Andalucía es la de que el olivo tiene tanta querencia por esta tierra que siempre impondrá el ritmo visual del viaje, a pesar de que se trata de una región tan extensa que se ha llegado decir de ella que, por su diversidad bioespacial, se asemeja a un continente. El olivar no tardará en reaparecer al hilo del camino multiplicándose en un efecto espejo que da al territorio un aire de gran tapiz bordado con motivos geométricos: polígonos de superficies rayadas que remiten al equilibrio o a la armonía, y van civilizando la irregularidad del paisaje. No importa que la carretera planee por los valles o se pegue a las faldas de las montañas, no importa incluso la proximidad al mar, porque en cualquier momento el árbol totémico de los andaluces levantará su silueta en las proximidades del camino. Y enseguida se impondrá la idea de que el olivar no solo actúa como cohesionante del campo andaluz sino que existe una suerte de simbiosis entre el árbol y el territorio o, llevando al límite esta asociación, que ambos están unidos por lazos de pertenencia y los olivos crecen en Andalucía como una simple consecuencia de su mapa genético.Las profundas raíces del olivo, Salvador Compán Vázquez.
Parque Natural de la Sierra de Segura, Cazorla y las Villas:
Pasión: En Andalucía se pone pasión a todo lo que se realiza. Las andaluzas y los andaluces vuelcan toda su pasión (hasta alcanzar fama de exagerados/as) en sus costumbres y tradiciones, en la interpretación del flamenco, en una conversación con los amigos, en la demostración de sus sentimientos y en la hospitalidad con el extranjero.
🍽️ Paté:
Patios:
🍽️ Pehcaíto frito: Dicho con S (peScaíto frito) suena fatal. El pehcaíto frito…
🍽️ Picual: Variedad de aceituna predominante en Andalucía de la que se extrae un aceite de oliva del mismo nombre.
Porrón:
Procesiones: La Semana Santa, de una forma u otra, se celebra prácticamente en todo el mundo. Pero si hay algo que caracteriza inequívocamente a la Semana Santa de Andalucía, es la pasión que andaluzas y andaluces vuelcan en la organización de unas espectaculares procesiones que atraen cada año a cientos de miles de turistas deseosos de intentar acercarse a esta ancestral tradición.
Pueblos blancos:
R
🍽️ Rabo de toro:
🍽️ Rebujito:
🍽️ Repostería: Alfajores, cortadillos de cidra, hojaldradas, mantecados, pestiños, roscos de anís, tortas de aceite…
Romería:
🍽️ Royal: Variedad de aceituna de la que se extrae un aceite de oliva del mismo nombre.
S
🍽️ Salmorejo.
Crema tradicional de Andalucía, servida fría y habitualmente como primer plato. Se elabora mediante el triturado de una cierta cantidad de miga de pan a la que se le incluye además ajo, aceite de oliva, sal y tomates.
Sentido del humor: Tan difícil de definir y tan definitivo, el humor andaluz es una de las cosas más específicas y capaces de demostrar la conexión entre los pertenecientes a la cultura andaluza. Cuando se comprende al 100% el humor andaluz, y se es capaz de llevarlo a la práctica con frecuente, puede decirse que se ha producido una integración completa en la cultura andaluza.
Sol:
🍽️ Sorbete:
🍽️ Sopas frías: ajoblanco, gazpacho, porra antequerana y salmorejo.
T
Tamboril.
🍽️ Tapeo:
🍽️ Tinto de verano:
🍽️ Tortilla de camarones:
Trabajo: Nadie sabe como los andaluces qué es tener las manos llenas de callos, en la mayoría de las veces, por ínfimos salarios, y nadie conoce como los andaluces las lágrimas de una despedida en el aeropuerto o en la estación de tren antes de partir para seguir trabajando de sol a sol en Francia, en Alemania o donde haya trabajo. Ver también Diáspora.
La cultura de Andalucía hunde sus raíces en la propia idiosincrasia del pueblo andaluz y en la influencia que los diferentes pueblos han dejado en ella a su paso a lo largo de los siglos.
Cultura andaluza: Un viaje fascinante a través de la historia, el arte, el folclore y el conocimiento.
La cultura de Andalucía es un reflejo del alma de su gente, forjada a través de los siglos por la rica mezcla de tradiciones y costumbres de los diversos pueblos que han pasado por el territorio andaluz. Un fascinante crisol donde arte, folclore y tradición se funden para dar forma a una identidad única que aún hoy sigue viva en sus calles. Bailes, coplas, fiestas y rituales que se transmiten de generación en generación como parte indivisible del ser andaluz.
Arte, folclore y tradición siempre presentes en la cultura andaluza
Arte es aquella actividad, con una finalidad estética, en la que el ser humano recrea un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas atrayentes, valiéndose de la imagen, la materia, o el sonido.
Folclore es el conjunto de costumbres, creencias, artesanías, danzas y canciones de carácter tradicional y popular.
Tradición es la transmisión de generación en generación de saber popular, ritos y costumbres.
Determinados aspectos inherentes a la cultura andaluza podrían englobarse en cualquiera de esas tres clasificaciones. Y en las tres al mismo tiempo. Las romerías, el Carnaval, la Semana Santa, la Feria… tienen un enorme componente de tradición, de arte y de folclore. Lo mismo podría decirse del cante y del baile flamenco con sus múltiples palos. Porque está presente tanto en las romerías, como en el Carnaval, como en la Semana Santa, como en la Feria. Como puede comprobarse, la cultura andaluza se ha conformado a lo largo de los siglos como un universo de ramas intrincadas.
Sentimiento, color, música, fuego, luz… El patrimonio cultural, festivo y folclórico andaluz es inabarcable. Existen nombres y conceptos propios con siglos de antigüedad que se han convertido en reclamo ineludible para legiones de turistas:
La milenaria historia de Andalucía ha dejado como herencia un tremendo legado arquitectónico. Algunos ejemplos son los Dólmenes de Antequera, el Yacimiento Arqueológico de Cástulo, la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba, la Giralda de Sevilla o el Conjunto Renacentista de Úbeda y Baeza.
La brillante arquitectura islámica, renacentista y, sobre todo, barroca de sus edificios más importantes, sus castillos, fortalezas y monasterios, diseminados por todo el territorio de Andalucía, completan un patrimonio de enorme trascendencia.
Si bien tales construcciones suponen hitos monumentales de la Humanidad, lo cierto es que en la inmensa mayoría de pueblos andaluces, por remotos que parezcan, se custodia alguna joya arquitectónica o artística.
1.1 Neolítico (6000 a. C).
Del periodo neolítico se conservan prodigiosos ejemplos de megalitismo como el Dolmen de Viera y el Dolmen de Menga.
1.2 Edad del Bronce (2500 a. C.)
En el asentamiento prehistórico de Los Millares (en la actual Santa Fe de Mondújar, a 25 kms. de Almería) se levantó entre 2700 a. C. y 1800 a. C. un poblado para unos 1000 habitantes con un complejo sistema defensivo compuesto por 15 fortines y 4 líneas de muralla.
Recreación del asentamiento de Los Millares durante su momento de máximo apogeo.
Contaba con una enorme necrópolis para más de 100 tumbas y fue una cultura con unos conocimientos técnicos muy desarrollados que se caracterizó por el uso de la metalurgia del cobre en la fabricación de algunas armas, utensilios y herramientas. Es decir, descubrieron que con el cobre podían fabricarse cosas muy guapas.
Las primeras noticias de Los Millares y sus tumbas prehistóricas se deben a la construcción del ferrocarril Linares–Almería en 1891 y el trazado de un túnel bajo el yacimiento.
En el Levante de Andalucía, hubo una gran cantidad de poblados prehistóricos rápida y claramente influidos por la cultura de Millares, como Terrera Ventura (en la actual Tabernas), Cabecico del Aguilar (en Mojácar), El Chuce (en Benahadux), Clavieja (en El Ejido), y Almizaraque (en Cuevas de Almanzora). Posteriormente esta cultura del bronce se expandió por toda Andalucía hasta Portugal.
La cultura de El Argar fue sucesora de Los Millares.
–
2. Costumbres y tradiciones.
La variedad de celebraciones, tradiciones y costumbres conservadas hasta nuestros días en Andalucía es tan amplia como su geografía, conformándose así un calendario que resulta una auténtica enciclopedia de las artes, las cultura y la etnografía de los pueblos andaluces.
También hay muchas otras tradiciones menos conocidas (fundamentalmente por ser muy locales) aunque no por ello menos atractivas, que se extienden por toda Andalucía. No hay un mes sin celebraciones; ni una sola comarca sin tradiciones propias y atrayentes. Da buena cuenta de ello el Patrimonio Inmaterial de la Humanidad establecido por la UNESCO.
Es por ello que necesita el siguiente post aparte.
Entre los innumerables filósofos y pensadores nacidos en Andalucía destacan:
Séneca, cordobés (4 a. C. – 65 d. C.) además de ser filósofo y escritor, desarrolló una intensa carrera política en la que, entre otros cargos, ocupó los puestos de senador, ministro y consejero del emperador. Su obra ha sido admirada tanto por pensadores medievales como por otros más modernos como Erasmo de Rotterdam, René Descartes, San Agustín y Honoré de Balzac.
Maimónides, cordobés (1135-2014) escribió obras, tanto en hebreo como en árabe, en las que filosofaba sobre aspectos tan variados, como por ejemplo, los seres vivos, la demostración de la existencia de Dios mediante procedimientos aristotélicos, el alma humana, el entendimiento, la libertad.
Averroes, cordobés (1126-1198) se esforzó en aclarar cómo piensa el ser humano, subrayó la función sensorial de los nervios, reconoció en el cerebro algunas facultades intelectivas como la imaginación y la memoria. Todo ello dio lugar en el s. XIII a una corriente filosófica denominada Averroismo.
Francisco Giner de los Ríos, rondeño (1839-1915) trató de expandir con sus escritos y su filosofía la libertad total de conciencia, y procuró ofrecer una educación innovadora que contribuyese a la modernizacion cultural de la sociedad. Si obra Antología Pedagógica es todo un referente en la filosofía moderna.
María Zambrano, veleña (1904-1991) publicó una extensa obra (ignorada durante gran parte de su vida) entre el compromiso cívico y el pensamiento poético. No fue reconocida hasta finales del s. XX, recibiendo el Premio Principe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1981 y el Premio Cervantes en 1988.
4. Literatura
Encontramos en el geógrafo griego Estrabón (64 o 63 a. C. – 19 o 24 d. C.) la primera referencia a la literatuza andaluza cuando describe a los Turdetanos como «… los más cultos de los íberos y tienen escritura y escritos históricos en prosa y verso y leyes en forma métrica que según se dice datan de 6000 años».
Varios siglos después merecen destacarse autores nacidos en territorio andaluz que escribían sus obras en idioma andalusí, como los siguientes:
Ibn Hazm, cordobés (994-1064) ingente filósofo, poeta e historiador con cientos de obras didácticas en su haber, sobre los más variados temas como el amor, el Derecho y la cultura en Al-Andalus.
Ibn Zaydun, cordobés (1003-1071) mencionado incluso en fuentes cristianas como uno de los mayores poetas andalusíes sobre temas amorosos e inspirador de numerosos poetas posteriores.
Ibn Quzman, cordobés (1078-1160) poeta innovador que, en vez de escribir sus versos en idioma andalusí como sus contemporáneos, lo hizo en andalusí coloquial dando lugar al zéjel, estilo y métrica de enorme repercusión tanto en el mundo musulmán como en los reinos cristianos.
Ibn al-Jatib, lojeño (1313-1374) autor de más de setenta obras de los más variados temas como geografía, historia, viajes, medicina y poesía.
A pesar de que, tras la conquista castellano-aragonesa, andaluzas y andaluces emplean en sus comunicaciones cotidianas el habla andaluza, el peso de Andalucía también ha sido enorme en la historia de la literatura en castellano.
De hecho fue un sevillano, Antonio de Nebrija, quien en 1492 publicó la célebre Gramática Castellana, la primera obra sobre las reglas de esta lengua. Fue muy criticada por incluir innumerables vocablos de procedencia andaluza, pero a la postre terminó imponiéndose como la primera obra que normalizó la lengua castellana.
El mismo Cervantes «engredó» durante su encarcelamiento en Sevilla, según su prólogo, la mundialmente conocida novela Don Quijote de La Mancha. Se desconoce si con ese término quiso decir que se le ocurrió allí o que la comenzó a escribir allí. El caso es que diversos pasajes de la primera parte de El Quijote transcurren en Andalucía.
Posteriormente ha habido escritores andaluces cuya repercusión en la literatura castellana les ha llevado a ser auténticos referentes como:
Luis de Góngora, cordobés (1561-1627) máximo exponente de la poesía barroca del Siglo de Oro.
Gustavo Adolfo Bécquer, sevillano (1836-1870) autor de poesías esenciales dentro de la literatura hispánica perteneciente al Romanticismo.
Antonio Machado, sevillano (1875-1939) máximo representante de la Generación del 28.
Hermanos Álvarez Quintero, utreranos, fieles retratistas de la idiosincrasia andaluza con frecuentes usos del habla andaluza entre sus personajes.
Juan Ramón Jiménez, moguereño (1881-1958) Premio Nóbel de Literatura en 1956.
Federico García Lorca, fuenterino (1898-1936) poeta y dramaturgo de proyección internacional, autor de obras de teatro ineludibles en el panorama contemporáneo.
Rafael Alberti, portuense (1902-1999) unos de los mayores literatos de la Edad de Plata de la literatura española.
Vicente Aleixandre, sevillano, (1898-1984) Premio Nóbel de Literatura en 1977.
Muchos extranjeros afirman que una de las cosas más típicas de Andalucía es precisamente el carácter abierto y apasionado de los andaluces, con ese sentido del humor, una conversación ágil, y esa filosofía de la vida que les permite encarar los problemas o el futuro con tranquilidad, sin estrés, sin prisas y sin agobios.
El historiador al-Maqqari describía así el carácter de la población autóctona: «Los habitantes del al-Andalus tienen en su conversación una forma de bromear, decir las cosas con determinada dulzura y de dar réplicas tan espontáneas, que reducen al silencio al interlocutor».
El geógrafo al-Zuhrî, refiriéndose a Sevilla en el siglo XII, escribió: «Sus habitantes son amables, elegantes, descarados, insolentes y distinguidos».
Es un pueblo con una maravillosa filosofía, que sabe disfrutar de las pequeñas cosasPaloma San Basilio, cantante
Nuestro carácter nos señala que cada persona requiere su atención.
Las andaluzas y los andaluces nos declaramos enemigos de la prisa y de ese adioh sin el tiempo necesario para un hola, de los saludos sin besarnos, y de los hahta luego sin un después.
No permitimos que nuestra mente viva más en el futuro que en el presente, nunca cambiamos un ahora por un luego, ni dejamos para mañana lo que podemos sentir y vivir hoy. Porque desde que nacemos en esta tierra, sabemos que en este mundo de locos, seas millonario, mendigo, o del montón, cada vivencia requiere su tiempo y cada persona su atención.
La Revista Cultural ‘Andalucía’ recopila desde 2012, mediante la plataforma Scoop.it (para la curación de contenidos) una serie de artículos relacionados con la cultura, la historia y la gastronomía de Andalucía aparecidos en diferentes publicaciones de internet. Estos han sido los más interesantes de 2016.
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han comprobado que las verduras mejoran sus propiedades antioxidantes si se cocinan con aceite de oliva virgen extra, y conservan más propiedades saludables al cocerse con agua.
Hace ya más de un siglo, una vecina del Aljarafe sevillano, Inés Rosales Cabello, desempolvó una longeva receta que se hundía en el espíritu mestizo de la gastronomía andaluza. Inés, empujada por la mala situación económica que se vivía, comenzó a elaborar tortas de aceite para poder llevar algo más de dinero a su casa.
El filólogo Alberto Porlan (Madrid, 1947), autor de la monumental «Los nombres de Europa» y especialista en toponimia, ha recopilado sus investigaciones sobre Tartessos en «Tartessos. Un nuevo paradigma» y ha declarado a Efe que la capital del antiguo reino pudo situarse en una isla fluvial del río Barbate.
La búsqueda de los secretos de la ciudad iberorromana de Cástulo, origen de la actual Linares, no cesa, y este año tiene como novedad excavar en las inmediaciones de su puerto fluvial, el último navegable del Betis (Guadalquivir).
El vaso de Kastilo o Castulo es una de las piezas arqueológicas más comentadas y debatidas dentro de la Epigrafía ibérica. Elaborada en plata, de forma cónica, de 10,5 cm de alto por 13,7 de diámetro. El vaso original fue hallado en las ruinas del despoblado de Cazlona, en Linares, aunque se conserva en el Museo del Louvre.
Hace unos seis mil años, los moradores de ese lugar tomaron una peculiar decisión: construirían sus sepulcros. Pero no en dirección a la salida del Sol, como solía hacerse en otros lugares, sino mirando hacia elementos naturales del paisaje. Así, el llamado «Dolmen de Menga» se orientó hacia la Peña de los Enamorados y el «Tholos de El Romeral» lo hizo hacia las rocas de El Torcal. Fue algo inaudito. El de Viera, que también forma parte del conjunto, es el único que se orienta hacia el astro rey. Y en 2016 se hizo oficial: los Dólmenes de Antequera son Patrimonio Mundial.
La tradición de los bertsos vascos y el flamenco se fusionaron en el evento Arratsberan. García Lorca Gogoan con el que Chillida-Leku rendirá un homenaje al poeta granadino en la víspera del 80 aniversario de su fusilamiento, el 17 de agosto de 1936.
Isla Canela, a pesar de su pertenencia a Ayamonte tiene su propia historia y un origen que data del año 1755, a raíz de un acontecimiento que modificó la geografía del lugar. Artículo de Pilar Enjamio, con fotografías de Toño Méndez, y archivo de HuelvaHoy.com.
Recientes avances en las investigaciones han demostrado que el puerto de Huelva fue vital y se configuró como uno de los soportes económicos del Imperio Romano. Algunos de estos estudios se debatieron durante 2016 en la Universidad de Huelva.
La dirección del yacimiento arqueológico espera que, si Medina Azahara consigue ser reconocida por la Unesco como Patrimonio Mundial, sirva para reiniciar los trabajos de excavación. Si no se garantiza la conservación de lo excavado hasta el momento, no se debe ampliar el área excavada. Ese precepto de la praxis arqueológica es el que sirve para sintetizar la cronología de las actuaciones que se han llevado a cabo en este impresionante yacimiento.
Mediante la plataforma Scoop.it, para la curación de contenidos, la Revista Cultural ‘Andalucía’ en 2015, ha recopilado una serie de artículos relacionados con la cultura, la historia y la gastronomía de Andalucía aparecidos en diferentes publicaciones de internet.
Obtenidas, gracias a un ensayo clínico en Andalucía, las evidencias científicas relacionadas con la reducción de factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, particularmente la enfermedad cardiovascular, por el consumo del aceite de oliva.
El fruto con el que ha sido elaborado, y factores externos como luz y temperatura influyen considerablemente en el sabor y la textura de un aceite de oliva. Según su calidad existen diferentes tipos.
En su libro «Entre la Furia y la Calma», La psicóloga Pilar Enjamio, enamorada de Andalucía, nos propone la Flamencoterapia como una de las mejores medicinas contra muchas discapacidades físicas o cerebrales.
Aspectos artísticos, científicos, humanos y culturales de Al-Andalus estuvieron presentes en un stand tematizado del pabellón 5 de FITUR gracias a la Fundación Pública Andaluza ‘El Legado Andalusí’.
Quesos, licores, repostería árabe… Los 52 grupos de desarrollo rural andaluces apoyaron la recuperación y conservación de recetas tradicionales y productos artesanales en el marco del programa LiderA.
Valiosos hallazgos en el Parque arqueológico de la Plaza de Armas de Écija parecen ser solo el preludio de un gran descubrimiento. Muros de casi 2,5 metros de alto, en un «extraordinario» estado de conservación.
El Reino de Dorne, de la quinta temporada de Juego de Tronos, fue recreado casi en su totalidad en Sevilla y en Osuna. Del mismo modo, el Puente Romano de Córdoba sirvió para recrear la entrada a la ciudad de Volantis.
Nuevos e importantes hallazgos que permitirán profundizar en el conocimiento de de la historia local gracias a la excavación arqueológica llevada a cabo en el parque junto a Villa Smith, en Algeciras.
Trabajos en la antigua alcantarilla de la ciudad, instalación de una rampa que unirá la actual cubierta con la portada del edificio cristiano, y trabajos de adecuación de la Torre Púnica para abrir un futuro mirador.
El experto arqueólogo Antonio López indica que avanzan a buen ritmo los trabajos de adecuación del teatro romano de Guadix, actuaciones que podrán convertirlo en visitable en breve espacio de tiempo.
La inmemorial y milenaria historia de Andalucía está profundamente marcada por su situación geográfica y natural, irremediablemente atractiva para numerosas civilizaciones a lo largo de los siglos. Una apasionante trayectoria de este territorio forjado por la generosidad de sus campos y minas, el carácter abierto de sus habitantes y su envidiada y envidiable posición geo-estratégica.
ARTÍCULO EN FASE DE ELABORACIÓN.
DISCULPA LAS MOLESTIAS.
Tartessos (primitivos andaluces), griegos, fenicios, cartagineses, romanos, musulmanes, judíos y europeos de toda procedencia como germánicos, vikingos, castellano-navarro-aragoneses y, finalmente, legiones de guiris modernos armados con sombrilla, nevera y toalla al hombro… Desde tiempos remotos, todos han considerado Andalucía como lugar admirable y exótico. Rayando lo paradisíaco en el caso de los musulmanes, o entrando en lo mitológico en el caso de los griegos. El caso es que todos y todas, a lo largo de la historia, han deseado vivir Andalucía y vivir en Andalucía. Y, por supuesto, todos han aportado algunas de sus costumbres para mejorar un territorio, una cultura y una sociedad, dando lugar a que hoy día sea como es.
Índice de contenidos
1. Los andaluces existen.
2 Prehistoria.
2.1 Paleolítico.
2.2 Neolítico.
2.3 Edad de los Metales. Desde el siglo XXX a. C. hasta el siglo XIII A. C. = 17 siglos de historia.
3 Edad Antigua.
3.1 Tartessos. Desde el siglo XIII a. C. hasta el siglo VI a. C. = 7 siglos de historia.
3.2 Turdetanos e íberos Desde el siglo VI a. C. hasta el siglo III a. C. = Un siglo de historia.
3.4 Turdetanos e íberos bajo el control de Cartago. Desde el siglo III a. C. hasta el siglo II a. C. = Un siglo de historia.
4 La Bética romana. Desde el siglo II a. C. hasta el siglo V d. C. = 6 siglos de historia.
5 La Bética visigoda y bizantina. Desde el siglo V hasta el siglo XIII = 3 siglos de historia.
6 Al-Andalus. Desde el siglo XIII hasta XV = 7 siglos de historia (casi 8 contando desde el 711 d. C. hasta el 1492 d. C.).
7 Andalucía bajo la Corona de Castilla-España. Desde el siglo XV hasta la actualidad = 6 siglos de historia.
8 Andalucía como nacionalidad histórica. Desde 2007.
1. Los andaluces existen y lo andaluz existe.
El investigador jerezano José Ruiz Mata afirmó durante la presentación de su libro «Megalitismo» que «los andaluces somos los mismos, pero cambiamos de gobernantes, reyes, sistemas y civilización«. Añadió que una cultura no nace por generación espontánea, sino que, por ejemplo, Tartessos tiene el sustrato del Megalitismo.
La historia de Andalucía se ha contado siempre al margen de los andaluces y las andaluzas. Como si jamás hubieran existido. Como si en Andalucía no hubiese nadie cuando comenzaron a llegar griegos y fenicios. Como si, cuando llegaron los cartagineses, hubiesen quitado de en medio a los anteriores y solo hubiesen quedado ellos en Andalucía. Como si Andalucía fuese un solar desalmado cuando comenzaron a llegar árabes y berberiscos y como si estos hubieran exterminado a la poca población «romano-germanizada» existente.
Cuando precisamente los musulmanes demostraban su fascinación por la población autóctona de Al-Andalus, calificándola como alegre, dicharachera y hospitalaria. Pero para la historia oficial, no había andaluces en Al-Andalus. Solo había moros. Moros que, según esta «oficialidad» fueron exterminados del primero al último sin excepción para repoblar el territorio andaluz con gentes emigradas desde el norte. Cuando, al mismo tiempo, se conocen linajes ocultos de miles de moriscos que se quedaron en Andalucía a pesar de la orden de expulsión.[1 – 1]
Cierto es que cada cultura inundó el territorio andaluz con sus aportaciones civiles, gastronómicas, artísticas y religiosas, pero no es menos cierto que cada una de estas culturas también tuvo que adaptarse a la cultura andaluza, a la personalidad andaluza y al estilo de vida andaluz. Quienes llegaban debían desarrollar una arquitectura urbana adaptada al clima, unas costumbres culinarias en consonancia con el medio, hábitos cosmopolitas para ganarse a la población local, y una gran adaptabilidad a las arraigadas costumbres andaluzas. Los árabes-berberiscos por ejemplo, terminaron bebiendo vino a pesar de estar prohibido por su religión, bailando como los cristianos, y celebrando festividades cristianas como la noche de San Juan a pesar de fuertes críticas por parte de ulemas y alfaquíes que las consideraban fiestas contrarias a las costumbres y la religión islámicas
Cuando se habla de la “Andalucía árabe” se dice solamente una verdad a medias. La “arabización” de los bético-visigodos solo puede aceptarse como realidad si, a la vez, afirmamos una aún mayor “betización” de la élite árabe y de las más amplias capas de bereberes que aquí se asentaron, siempre demográficamente en minoría respecto a la población autóctona. (Andalucía: Una cultura y una economía para la vida, Isidoro Moreno y Manuel Delgado Cabeza).
Y es que el sustrato andaluz siempre aparecía y aparece en cada una de las manifestaciones culturales de Andalucía. Sin ir más lejos, en cualquiera de los idiomas que se han hablado en suelo andaluz a lo largo de la historia. Porque igual que el idioma que se habla en la actualidad no se corresponde con el estándar, el idioma que se hablaba en la Edad Media tampoco era el árabe del Magreb como se nos ha hecho creer, sino mozárabe o aljamía, es decir, un latín arabizado y «andalucizado».
Pero es que el latín que se hablaba aún antes en la Bética tampoco era el latín de Roma, sino un latin turdetano-túrdulo (andaluz).
Como dijo el polifacético Manu Sánchez: «Nos hemos hecho los romanos, los visigodos, los moros, los españoles… […] Será por hacerse cosas… Si por muchas cosas que nos hagamos, lo que hemos sido siempre, le pese a quien le pese, es andaluces.»
Por supuesto que los hubo. Se han encontrado huellas de arcosaurio en Santisteban del Puerto y en Cambil, una tortuga del Jurásico (de las más antiguas de Europa) en Cazorla y un cocodrilo marino del Cretácico inferior en Bedmar, entre otros registros paleontolígicos.[2-1]
¿Quiénes fueron los primeros humanos andaluces?
Hace cientos de miles de años el nivel del mar estaba cien metros más abajo que en la actualidad. Así, los seres humanos pudieron desplazarse con facilidad desde África hasta Europa a través del actual estrecho de Gibraltar. Por tanto, los primeros que se asentaron en el territorio andaluz (igual que en el resto de Europa) procedían de África.
Entonces destacaban las cuencas exhuberantes de vegetación que atraían como un imán a los animales. Como cualquier otro animal, los homínidos buscaban los lugares donde abundaba la comida y, tras atravesar el estrecho se dirigieron a la zona de la actual Granada.
En las excavaciones realizadas en algunas de las cabañas del Poblado de los Millares (5000 a. C.) han aparecido objetos domésticos de barro fabricados a mano de todo tipo, como platos, ollas y queseras. También utensilios para caza fabricados en sílex, como hojas dentadas, perforadores de pieles y puntas de flecha. Llama también la atención de rudimentarios telares para tejer con fibras vegetales la vestimenta de estos pobladores. También hacían cestos con estas fibras vegetales. Con cortezas de árbol fabricaban, ademas, calzado.
En aquella época no consumían el pan cocido en horno como hoy día, sino en forma de gacha y de cerveza. El pan y la cerveza es prácticamente lo mismo: Agua y cereales. Cuando echamos más harina que agua obtenemos la gacha de pan. Pero cuando escaseaba el trigo echaban más agua que pan y lo dejaban fermentar durante unos días, obteniendo la cerveza de pan.
Dolmen de Alberite en Villamartín, Cádiz, el más antiguo del mundo, 4.800 años a.c.
3 Edad antigua
3.1 Tartessos: El primer estado organizado que se conoce en Europa y sus primeras colonizaciones mercantiles por griegos y fenicios.
Correspondiéndose con un territorio algo más amplio que el de la actual Andalucía, para muchos románticos, Tartessos pudo ser la mismísima Atlántida. Para científicos y politólogos que han estudiado su composición social, sin duda, se trata del primer gran estado organizado que se conoce.
Íberos es un término geográfico y no étnico, que engloba multitud de pueblos del levante y del sur de la Península Ibérica, no siempre fáciles de ubicar, y entre los que se encontraban los tartésicos. Los griegos acuñaron este término para diferenciar a estos pueblos de los pertenecientes al interior de la península, cuyas costumbres eran diferentes.
Descubrieron que el territorio tartésico estaba petado de metales preciosos, fundamentalmente oro, plata y cobre, lo que los convirtió en grandes comerciantes marinos y expertos metalúrgicos.
Si cualquier potencia europea hubiese contado entre sus territorios con un reino de características siquiera parecidas a las de Tartessos, no cade duda de que hubiera sido ponderado en investigaciones, fascículos coleccionables, libros de texto, museos y documentales hasta la saciedad, y tanto o más machacado que el largometraje de Ben-Hur en Navidad.
Sin embargo, y a pesar de que actualmente hay abundante información sobre aquellos aborígenes de Andalucía, la historia de la civilización tartésica sigue siendo difusa, cubriendo de misterio, elucubraciones y dudas muchos de sus aspectos.
El gran geógrafo Estrabón (64 o 63 a. C. – 19 o 24 d. C.) nos contó sobre los turdetanos, pueblo descendiente y heredero de Tartessos, que eran
«… los más cultos de los íberos y tienen escritura y escritos históricos en prosa y verso y leyes en forma métrica que según se dice datan de 6000 años«.
Así que, aunque los asentamientos tartésicos más antiguos que se conocen pertenecen a la Edad del Bronce Tardío (1200 a. C – 900 a. C.), si lo que afirma Estrabón es cierto, la tartésica podría ser una civilización de hace casi 8000 años. Aquí otras referencias de otros historiadores sobre la civilización tartésica.
La extracción de estaño, cobre, plata y oro suponía la actividad fundamental de los tartésicos. Metales que aportaban una gran riqueza a la civilización tartésica. Se han encontrado por aquella zona de la Andalucía atlántica vetas de mineral que en el siglo VI a. C. ya estaban agotadas. Cuando aquellos primitivos andaluces comenzaron a dominar la extracción de los minerales y el manejo de los metales, adquirieron fama en todo el Mediterráneo, atrayendo a griegos y fenicios, e iniciando la época del gran comercio marítimo, con cientos de naves surcando las aguas en busca del intercambio.
La extracción de metales preciosos perdura en Andalucía hasta la actualidad, aunque se ha apreciado un progresivo declive de la misma a causa de:
Casi agotamiento de los filones, que desemboca en mayores dificultades de extracción.
Descenso en los márgenes de beneficio económico.
O dicho de otra forma: En época tartésica, los esclavos daban 20 martillazos en la roca (por establecer un símil extremo y exagerado) y encontraban oro y plata. Hoy día, tras más de 30 siglos, los filones casi agotados conllevan enormes inversiones económicas para su localización y extracción, y esto hace, a su vez, que no sea una actividad tan rentable.
En el 1100 a. C. los fenicios fundaron Cádiz con el pretexto de ser vecinos de Tartessos, pero con el único objetivo de estrechar aún más los lazos comerciales. Porque los fenicios llevaban los metales hasta Egipto y regresaban con maravillosas telas que luego los tartésicos agradecían sobremanera.
Aunque no fue una cultura que dejara grandes muestras arquitectónicas, se sabe que el pueblo llano tartésico habitaba humildes chozas llenas de metales preciosos en su interior, siendo muy cuidadosos con sus colecciones. Gustaban de lucir esas joyas junto con las telas que los fenicios les traían de Egipto.
Estos antiguos andaluces adoraban al sol y a la luna y se ganaban la vida gestionando sus pequeños talleres de orfebrería. El bronce era muy buscado por entonces, estableciéndose también contactos comerciales con Galicia y con Gran Bretaña, desde donde traían estaño.
Pueblos tartesios:
Conia
Turdulia
Turdetania
Oretania
Bastetania
Entre las ciudades más importantes de Tartessos podrían destacarse las siguientes:
Abdera: Fundada por fenicios. Adra.
Basti:
Carmo:
Gádir: Fundada por los fenicios en el 1100 a. C. Actualmente Cádiz.
Kastilo (Cástulo posteriormente): La capital de una región fronteriza llamada Oretania (hoy estaría ubicada entre Linares y Ciudad Real) que recibió el influjo constante de los pueblos íberos del norte.
Mainake: Fundada por griegos junto a Malaka.
Malaka: Fundada por fenicios. Málaga.
Onoba:
Portus Menesthei: Fundada por el capitán ateniense Menesteo. Actualmente Puerto de Santa María.
Qart-oba: Córdoba.
Sexi: Conocida desde el 1500 a. C. colonizada en el siglo IX a. C. por fenicios. Almuñecar.
Tartessos: La capital de la civilicación tartésica. Situada en un punto indeterminado próximo a la desembocadura del Río Tartessos, actualmente el Guadalquivir.
Tútugi: Ciudad tartesia muy influida por la cultura griega.
A pesar de haber numerosos asentamientos tartésicos, no se ha encontrado una capital definida, aunque los griegos sí hablaban de una capital tartésica grande y hermosa. En caso de haber existido, seguramente desapareció de forma súbita y trágica. Los investigadores han manejado diferentes teorías de dónde se encontraba geográficamente esta capital del reino tartésico, pero no hay ninguna certeza. La desembocadura del Guadalquivir, la marisma de Doñana… Hay diferentes zonas donde se ha buscado y donde aún se puede buscar. Ciertas crónicas de la época la sitúan en la desembocadura de un gran río más allá de las Columnas de Hércules, por lo que se ha pensado en el Guadalquivir, en el coto de Doñana, en el Guadalete y en el Riotinto. Son varias posibilidades entre Huelva y Cádiz.
Referencias a Tartessos de los primeros historiadores
Sobre el legendario reino de Tartessos escribió la flor y nata de los autores clásicos. Aquí algunos ejemplos:
Hecateo de Mileto (550 a. C. – 476 a. C.) describió Tartessos como un territorio donde existían varias ciudades.
Herodoto (484 a. C. – 425 a. C.) lo mencionaba como un gran centro comercial, punto de encuentro para mercaderes, y describía la forma de gobernar del rey tartéssico Argantonio, así como sus buenas relaciones con los foceos.
Platón (427 a. C. – 347 a. C.), en sus celebérrimos diálogos, en el Critias, habla de una ciudad más allá de las Columnas de Hércules con un gran templo, una plaza pública, un manantial con dos caños de agua, uno para la fría y otro para la caliente. «Las moradas de aquellos habitantes tienen en sus techos oro como jamás había visto». Estas apasionantes descripciones fueron el fundamento para que el arqueólogo Adolf Schulten asociara la historia de Tartessos con la Atlántida.
Éforo de Cime (400 a. C. – 330 a. C.), sin embargo, se refirió a Tartessos abiertamente como un país, y es que Tartessos tuvo incluso sus dinastías de reyes. El primero conocido fue Gerión, el rey tricéfalo, el rey irreductible. El valiente rey que tenía dos bueyes sagrados rojos. Arrebatárselos fue una de las misiones encomendadas al gran guerrero Hércules. Personaje que, entre dos columnas, aparece en el escudo de Cádiz y, por inspiración de Blas Infante, también en el de Andalucía.
Reyes mitológicos
Gerión tenía una hija llamada Erytheia, que dio nombre a una de las tres islas de Cádiz.
Erytheia tuvo hijos y formó un linaje que dio lugar a más reyes de Tartessos.
Uno de ellos fue Nórax, conquistador del sur de Cerdeña, donde fundó la ciudad de Nora.
Otro de sus hijos fue Gargoris, aquel que potenció en el reino tartésico las habilidades comerciales. Gargoris tuvo un hijo llamado Habis al que no reconoció. Este fue amamantado por fieras y criado hasta su juventud por una cierva. Cuando se hizo hombre, volvió para ser reconocido por su legítimo padre. Gargoris se arrepintió de no haberlo reconocido en su momento, los admiró por todos los peligros que había superado, le abrazó y le permitió reinar. Durante aquel reinado, Habis instruyó a los tartésicos en el manejo de la agricultura y les entregó leyes para ser gobernados.
Rey histórico
Argantonio (670 a. C. – 550 a. C.) de quien, debido a su longevidad de 120 años, se piensa que más bien se trata de la Dinastía Argantonio y no del Rey Argantonio. En cualquier caso, el semilegendario rey de Tartessos estimaba a los griegos y mantenía relaciones comerciales con ellos. Los griegos hablaron y escribieron sobre Tartessos, pero ambicionaban conocer aún más el interior de aquella cultura en el extremo del mundo conocido.
Argantonio era honesto, noble, leal y simpatizante de griegos y focenses. Una nave focense llego a Tartessos en medio de una tormenta y el rey Argantonio los recibió de buen grado. Estableció entonces un acuerdo de 40 años de relaciones comerciales con los focenses. En otro momento en que estos se vieron acosados por los persas, Argantonio les ofreció su ayuda e incluso dinero para que construyeran una muralla en su territorio y la posibilidad de vivir en tierra tartésica si finalmente tenían que abandonar su hogar. Ahí pudo comenzar el declive de Tartessos, porque esa simpatía por los griegos despertó la ira de los fenicios, aspirantes al comercio excluisivo con Tartessos. Comenzaron a hostigarlos y la historia de Tartessos empieza a difuminarse hacia el 500 a. C.
INFLUENCIA FUNDAMENTAL DE GRIEGOS Y FENICIOS
La investigación desde el siglo XIX.
El siglo XIX era tan romántico, y se estaban realizando tantos hallazgos… Schliemann, a pesar de haber sido tomado por loco, había encontrado Troya siguiendo las pistas encontradas en las lecturas de Homero. Evans halló los palacios talasocráticos en Creta. Era el momento dulce para la arqueología.
Adolf Schulten, nacido en 1879 y fallecido a los 90 años, ambicionó encontrar Tartessos, dedicando su vida a ello. Este historiador aseguraba que Tartessos fue erradicado de la historia por la mano de los militares, más concretamente siendo asolada por una terrible guerra, posiblemente contra los fenicios o contra sus herederos los cartaginenses, por la que la misteriosa capital desapareció. Tal hipótesis va perdiendo consistencia a lo largo de los años, aunque sólo tendremos más información cuando el incesante trabajo de los arqueólogos en el terreno dé su fruto.
Empeñado en encontrar Tartessos, Schulten llevó a cabo, entre 1923 y 1925, numerosas excavaciones en el Coto de Doñana con resultados dudosos, consiguiendo prácticamente nada. Aún así escribió un libro afirmando que Tartessos era la Atlántida. En aquellos años sí que aparecieron algunos tesoros tartésicos que hicieron tangible para nosotros aquella primitiva civilización. A día de hoy hay muchos tesoros tartésicos y se cree que aún hay más por encontrar. En el Cortijo de Évora, en Cádiz se encontró un tesoro consistente en 93 piezas de oro puro, plata y piedras preciosas. En 1958, en una aldea cercana a Sevilla llamada Carambolo se encontró otro tesoro de más de 3 kilos de oro puro en brazaletes, cinturones y diversas piezas de ajuar con más valor artístico que crematístico.
Desde luego, aquellos habitantes autóctonos de Andalucía, tartésicos y posteriormente turdetanos, tienen que darnos aún muchas sorpresas.
História (http://www.andaluciadigital.org/patrimonio/tartessos/)
Historia de Tartessios
Hace más de 4.500 años ya hubo una primera civilización en lo que es la actual Andalucía. Tartessos fue el primer país políticamente organizado de Europa. Su territorio coincidía con lo que es actualmente Andalucía, teniendo sus principales ciudades entre Sevilla, Cádiz y Huelva.Los tartessios desarrollaron una lengua y escritura diferente a la de sus vecinos y mantuvieron relaciones comerciales con griegos, fenicios y egipcios.La importancia del reino de Tartessos se basa en que se constituyeron en un país propio, con su estructura política y económica independiente de otros pueblos de la península. Tartessos fue el país más avanzado de su época.Numerosos historiadores griegos y poetas citan a “Tarsis” (Tartessos) en sus escritos. En la Biblia también hay referencias a este reino.Su forma de gobierno era el imperio y sus mandatarios eran reyes. Algunos historiadores hablan de que Tartessos surgió hace 6.000 años, pero está confirmado que este reino surgió hace unos 2.500 años y eran descendientes de poblaciones del Neolítico y de la Edad de los Metales a las que se unieron poblaciones del centro de Europa.La economía estaba basada en la agricultura, la ganadería y la pesca. Sin embargo, su mayor riqueza eran los metales, especialmente el oro, la plata y el estaño. Cuando las minas del Sinaí cayeron en desuso, los fenicios buscaron metales en esta zona. Su principal fuente de riqueza era la plata para la acuñación de monedas.Se especializaron sobre todo en el cultivo de cereales, usando las técnicas importadas de los fenicios, sin olvidar las huertas y los frutales.La ganadería era muy importante, especialmente para consumo interno.El comercio fue la base de su economía y, a cambio de los meales recibieron joyas, telas y otros productos manufacturados. Este trueque fue muy importante, ya que facilitó el intercambio de aspectos culturales y religiosos.El sistema político era una monarquía autoritaria, donde la mayoría de la población se encontraba trabajando en minas, la ganadería o el campo. La sociedad estaba dividida en varias clases sociales: príncipes, sacerdotes, comerciantes, hombres libres (campesinos, artesanos, comerciantes, marineros) y esclavos.En el siglo VI a. C., Tartessos desaparece de la historia, posiblemente fue conquistada por Cartago.Otras teorías afirman que su desaparición pudo deberse a invasiones de los celtas e incluso se habla de que pudo haber un terremoto.Los reyes de Tartessos• Reyes mitológicos: •Gerión. Primer rey mitológico. •Gárgoris. •Habis.• Reyes históricos: •Argantonio es el único rey del que se tienen referencias históricas. Se sabe que fue el último rey de Tartessos. Vivió 120 años según Heródoto. También dice Heródoto que su reinado duró 80 años, desde el 630 a. C. al 580 a. C. Propició el comercio con los griegos durante 40 años, que crearon varias colonias costeras durante su reinado.
3.3 Turdetania: Los más cultos de los íberos según Estrabón.
Conia, Turdilia, Cástulo-Oretania y Bastetania (anteriormente Tartesios) asimilaron la cultura ibérica, quedando Turdetania como única y directa heredera de la civilización tartésica.
4. La Bética romana.
Turdetania fue denominada Bética tras ser colonizada por Roma.
6. Al-Andalus: Una cultura con tres religiones.
Consideraciones previas.
¿AL-ANDALUS ES ANDALUCIA?
Muchas voces defienden que NO lo es, es decir, que se trata de realidades geográficas distintas, basándose en el periodo en que Al-Andalus alcanzaba hasta el norte peninsular e incluía a la actual Portugal. Pero ante este argumento, incontestable por otra parte, también es importante recordar que:
1 – Fue en en el actual territorio andaluz donde Al-Andalus dejó más huella. En la ciencia, en la lengua, en la gastronomía, en el flamenco, en la genética… Pero la mayor de las huellas ha quedado en el propio nombre del territorio de ANDALUCÍA, que empezó a ser utilizado para a referirse a Al-Andalus a mediados del siglo XIII, concretamente cuando Alfonso X se hacía llamar Rey de Castilla, León y de toda Andalucía.
2 – Fue en el actual territorio andaluz donde se estableció la capital de la civilización andalusí, primero en Córdoba y finalmente en Granada.
Y 3 – Y fue en Andalucía donde Al-Andalus comenzó, y donde Al-Andalus… “terminó”.
¿FUÉ AL-ANDALUS LA TIERRA DE LAS TRES CULTURAS?
En Al-Andalus no “convivieron” tres culturas, sino que se vivenciaba y desarrollaba una única cultura andaluza que compartía la totalidad de la población, incluida la foránea, fuese cual fuera su confesión religiosa o ideas filosóficas.
El estudio de esta época cuenta con un importantísimo handicap, y es la obstinación del actual ultranacionalcatolicismo español por asociar el turbulento mundo árabe de nuestra época con lo que ocurría en la Al-Andalus de la Edad Media, cuando no tiene nada que ver. Este falaz paralelismo lleva al convencimiento de posiciones radicales (encabezadas por por firmas como Vidal Manzanares o Jiménez Losantos) que sostienen que Al-Andalus (o Alandalús como escriben algunos arabistas) era un infierno donde los musulmanes mataban el tiempo libre decapitando a beatíficos varones cristianos, violando a sus doncellas y quemando iglesias. Y que, en consecuencia, a los pobres cristianos no nos quedó otra que correr despavoridos hacia las montañas de Asturias para encomendarnos a la Virgen y lanzarnos a una gloriosa reconquista de nuestro territorio. Todo esto es una absoluta falsedad. Pero lo peor es que prácticamente así es como se imparte en las escuelas de toda España (incluida Andalucía) y, por tanto, es lo que la mayoría de la gente acepta y cree.
Los musulmanes apenas realizaron esfuerzo bélico para asentarse en Al-Andalus. Solo protagonizaron una ballata en el 711, al sur de la actual Cádiz, otra escaramuza en Écija, y dos asedios en Córdoba. El resto del territorio peninsular pacto su sumisión a los nuevos señores musulmanes mediante sucesivas capitulaciones, producidas en gran parte por el hartazgo de la población con:
a) el poder político imperante en el momento y establecido por castas minoritarias de germanos.
b) las guerras entre Rodrigo y los seguidores de Witiza.
No solo no se quemaron iglesias (sí es cierto que gran cantidad se transformaron en Mezquitas con los necesarios cambios estéticos y estructurales) sino que tanto judíos como cristianos pudieron seguir viviendo según sus creencias, prácticas religiosas y costumbres. En la Córdoba califal del siglo X, o en algunos reinos de taifas del siglo XI, participaron como consejeros y visires (lo que sería hoy un ministro) relevantes personajes cristianos y judíos. Valga como ejemplo el obispo cristiano de la propia Córdoba, que formaba parte del íntimo núcleo de consejeros del califa.
Aparece en cel libro La Crónica Mozárabe la iniciativa del gobernador Uqba (737-742) para garantizar que las gentes de cada religión, llamadas “del Libro”, fuesen juzgadas de acuerdo con sus propias leyes; lo que suponía, en el caso de los cristianos, mantener el Forum Iudicum de época goda. Esto ayuda a explicar el desarrollo de comunidades cristianas con un cierto grado de autonomía interna en importantes ciudades como Córdoba.
Al-Andalus mantuvo durante casi ocho siglos en relación y contacto con los nuevos reinos cristianos que, poco a poco, se fueron constituyendo en el norte de la Península.
Pero también el mundo cristiano formó parte del interior de al-Andalus desde el principio en forma de una gran masa de población que tras el 711 se integró en el nuevo estado andalusí, que se islamizó profundamente y se fue arabizando con el tiempo. Esta arabización alcanzó incluso a la minoría de cristianos,denominados mozárabes, que comenzaron a hablar y escribir en idioma árabe-andalusí, pero optaron por continuar practicando su religión.
Cierto es que este panorama cambió a partir de finales del siglo XI debido a la llegada a Al-Andalus de grupos islamistas radicales, concretamente los almohades y los amorávides que, interpretando el Corán a rajatabla, entendían el Islam como una forzosa imposición. Esto provocó tremendas tensiones entre las tres religiones. Pero estos nuevos musulmanes recién llegados no eran andalusíes, sino invasores norteafricanos educados en un credo ultraortodoxo que, a la postre, fue lo que acabó con la brillante civilización andalusí.
Por cierto, la Santa Inquisición se instauró en España a finales del siglo XV, cuando la Edad Media agonizaba. Esto supuso el golpe mortal y definitivo para que los Reyes Católicos acabasen con cualquier idea de convivencia entre religiones, expulsando a los judío y obligando a los mudéjares, moriscos y musulmanes (la inmensa mayoría nacidos en suelo peninsular) a convertirse para evitar la expulsion, las torturas y la hoguera. Según algunos, este sí fue una muestra de tolerancia y respeto.
Conquista de Andalucía
1236: Córdoba.
1248: Sevilla.
SIGLO XVIII Las reformas borbónicas del siglo XVIII no remediaron que Andalucía fuera perdiendo peso político y económico en el contexto europeo y mundial. Asimismo la pérdida de las colonias españolas de Ultramar fue apartando a Andalucía de los circuitos económicos mercantilistas. Esta situación se agravó durante los siglos siguientes en los que Andalucía se desindustrializó para llevar las industrias a otras zonas al norte, quedando convertida hasta nuestros días en una de las más empobrecidas (que no pobres) de Europa.